En las últimas décadas, la introducción de las nuevas tecnologías en el sector de la salud ha permitido el desarrollo de nuevas formas de asistencia sanitaria. Cada vez es más frecuente que los pacientes reciban una atención médica a distancia por parte de los profesionales sanitarios, a través de videoconsultas, seguimiento remoto o diagnóstico digital. Es lo que se denomina como telemedicina.
El principal objetivo de la incorporación de las nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) en medicina era aproximar los servicios sanitarios a la población que residía en regiones remotas y que disponía de una menor accesibilidad y recursos en materia de salud. Con el paso de los años y con el desarrollo de nuevas innovaciones tecnológicas, entre ellas la aparición de la inteligencia artificial (IA), las TIC se convirtieron en una herramienta clave para mejorar la calidad y la eficiencia de la asistencia sanitaria.
¿Qué es y cómo surgió? En el siguiente artículo, explicamos qué es la telemedicina, cómo funciona y su relación con la IA, así como sus diferentes ventajas y desventajas.
¿Qué es la telemedicina?
La telemedicina es el conjunto de prácticas médicas que utilizan tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para ofrecer servicios de atención sanitaria a distancia. Esto incluye consultas médicas, diagnósticos, tratamientos, seguimiento clínico, emisión de recetas y orientación preventiva, sin necesidad de que el paciente y el profesional estén físicamente en el mismo lugar. Para ello, la telemedicina permite acceder a servicios de salud mediante dispositivos electrónicos como ordenadores, tablets o smartphones, a través de plataformas digitales seguras.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como: “La prestación de servicios de salud a distancia mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación para el diagnóstico, tratamiento, prevención de enfermedades e investigación.”
Telemedicina y eHealth (salud digital): ¿Cuáles son sus diferencias?
De forma paralela, surge el concepto de eHealth (salud digital), que abarca un término más amplio y que está ubicado entre la informática médica, la salud pública y el interés comercial. Hace referencia al uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para mejorar, apoyar y optimizar la prestación de servicios sanitarios y la gestión del sistema de salud.
Aunque muchas veces se usan como sinónimos, eHealth y telemedicina no son lo mismo, aunque están estrechamente relacionados. Mientras que la telemedicina conecta a médicos y pacientes a distancia, eHealth engloba todo tipo de herramientas digitales que mejoran la salud. Desde una app hasta un sistema de gestión hospitalaria, como el sistema PACS o el sistema RIS.
En este contexto, el concepto de telemedicina forma parte del ecosistema eHealth y se centra de forma específica en la prestación de servicios médicos, aportando consultas, diagnósticos y tratamientos de forma remota.
Origen: Etapas y evolución tecnológica
La telemedicina no es un concepto reciente. Su origen se remonta a los años 50, cuando comenzaron a utilizarse los primeros sistemas de comunicación remota con fines médicos. Uno de los primeros casos documentados fue en Estados Unidos, donde se usó una línea telefónica para transmitir imágenes radiológicas entre hospitales. Podemos diferenciar las siguientes etapas:
Primeras décadas: Años 50-70
A finales de los años 60, la NASA jugó un papel clave en el desarrollo de la telemedicina. Ante la necesidad de poder monitorizar la salud de los astronautas durante las misiones espaciales, se impulsó el desarrollo de tecnologías capaces de registrar y transmitir datos biométricos a distancia. Estos avances también se aplicaron en zonas rurales de Alaska a través del programa STARPAHC (Space Technology Applied to Rural Papago Advanced Health Care), considerado uno de los primeros proyectos de telemedicina estructurada.
Evolución tecnológica: Años 80 al 2000
Durante los años 80 y 90, la mejora de la tecnología informática y las comunicaciones por satélite permitió expandir los servicios de telemedicina, sobre todo en entornos rurales y militares. Se empezaron a utilizar sistemas para la teleconsulta, el diagnóstico a distancia y el intercambio de información clínica entre hospitales.
En estos años, comenzaron a emplearse las videollamadas para consultas en dermatología, psiquiatría y radiología, especialidades donde el contacto físico no siempre es imprescindible. No obstante, el uso de la telemedicina estaba limitado por el alto coste de los equipos, la falta de infraestructura y la escasa digitalización de los registros médicos.
Digitalización y auge de Internet: Años 2000–2010
Con la llegada de Internet, los ordenadores personales y los smartphones, la telemedicina dio un salto cualitativo. A partir de los años 2000, comenzaron a desarrollarse plataformas más accesibles para consultas en línea, seguimiento de pacientes crónicos, envío de pruebas diagnósticas y educación médica a distancia. También se integraron los primeros sistemas de historia clínica electrónica, que facilitaron el trabajo en red entre profesionales de distintos centros de salud.
La telemedicina en la actualidad
Aunque la telemedicina ya existía, la pandemia de COVID-19 en 2020 marcó un punto de inflexión definitivo en su adopción a nivel mundial. Ante la necesidad de evitar desplazamientos y minimizar el riesgo de contagio, muchos sistemas de salud comenzaron a ofrecer consultas por videollamada, recetas electrónicas, monitorización remota y atención psicológica online. Hoy en día, la telemedicina se ha consolidado como una solución médica habitual en muchos países y se ha integrado en los servicios de salud públicos y privados.
La relación de la telemedicina con la inteligencia artificial
El desarrollo de la inteligencia artificial en medicina, los dispositivos de monitorización remota y los algoritmos predictivos están impulsando el auge de la telemedicina. En los últimos años, la combinación de telemedicina e inteligencia artificial está transformando el modo en que se ofrece asistencia médica a los pacientes. Ambas tecnologías, al combinarse, mejoran la eficiencia, la precisión y la accesibilidad de los diferentes servicios sanitarios. Sin embargo, aunque son dos herramientas complementarias, cada una de ellas tiene un funcionamiento y unas aplicaciones médicas específicas.
Por un lado, la telemedicina permite que los profesionales sanitarios puedan atender a los pacientes de forma remota. En cambio, la IA se encarga de analizar grandes volúmenes de datos médicos, detectar patrones, automatizar tareas y sugerir diagnósticos o tratamientos.
Por tanto, cuando se utilizan de forma conjunta, se crean sistemas más ágiles, inteligentes y personalizados. En la actualidad, destaca el uso de software IA para mejorar la eficiencia y la precisión del diagnóstico médico, así como facilitar la gestión de los pacientes y la atención sanitaria.
Tipos de telemedicina: Analizamos cómo funciona y para qué sirve
Desde que surgió la telemedicina y con la evolución de las diferentes tecnologías, se han desarrollado diferentes tipos de telemedicina que definen el concepto como lo conocemos en la actualidad. A continuación, analizamos cómo funciona cada una de estas modalidades y pará que se utilizan:
Teleconsulta
La consulta médica representa la base de la práctica clínica en el campo de la medicina. Por ello, la teleconsulta es la modalidad que más se utiliza. Se basa en la búsqueda de información médica o asesoramiento médico local o externo, utilizando tecnologías de información y comunicación.
La comunicación entre el paciente y el profesional de la salud puede realizarse de forma directa o por medio de terceros. De este modo, encontramos dos modalidades diferentes de teleconsulta: asíncrona y sincrónica.
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Teleconsulta asíncrona
En este tipo de teleconsulta, denominada asíncrona, la atención médica se desarrolla mediante el envío de información clínica y, posteriormente, el médico realiza la valoración y el asesoramiento.
Principales ventajas
- Las partes involucradas no tienen que estar presentes en la transferencia de la información.
- Ofrece la capacidad de capturar y almacenar imágenes estáticas o en movimiento del paciente, así como audio y texto, por lo que el profesional sanitario tiene una mayor información clínica.
- Es una modalidad económica accesible, ya que admite un amplio volumen de trabajo y análisis de pruebas médicas.
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Teleconsulta sincrónica
La teleconsulta sincrónica se desarrolla en tiempo real, por lo que involucra la participación de los pacientes y los profesionales de la salud en el envío de información mediante el uso de tecnologías de telecomunicación.
En esta modalidad, la videoconferencia destaca por ser la tecnología que más se emplea, puesto que ofrece un contacto tanto visual como auditivo con el paciente. Con ello, se facilita el reconocimiento de patrones y una mayor precisión en la realización del diagnóstico médico.
Principales ventajas
- Diagnóstico rápido y efectivo
- Mayor compenetración entre pacientes y profesionales de la salud
- Integración de técnicas adicionales que incrementan la fiabilidad
de la información clínica. Es el caso de la auscultación digital.
Principales desventajas
- Su ejecución implica unos elevados costes a nivel económico, puesto que requiere de una determinada infraestructura en telecomunicación.
- Requiere una mayor demanda de tiempo para los profesionales médico, ya que deben destinar tiempo a la teleconsulta y, adicionalmente, realizar una evaluación previa y posterior.
Teleeducación
Se define como el empleo de las tecnologías de la información y telecomunicación para la práctica educativa médica a distancia. En este ámbito, las tecnologías a través de Internet y las videoconferencias son los medios más utilizados por los profesionales de la salud para aumentar sus competencias y poner en práctica sus conocimientos. Dentro de la teleeducación, se distingen diferentes modalidades, en función de la forma en la que se trasmite la información:
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Teleeducación mediante la teleconsulta
Un médico experto en una determinada especialidad brinda un diagnóstico a la consulta planteada por parte de un médico no experto, practicante o residente.
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Educación clínica vía Internet
Permite el acceso a diversas bases de datos con artículos y libros médicos y clínicos. Entre ellos, destaca MedLine, Cochrane, la Librería Nacional de Medicina en Estados Unidos y la Librería Nacional Electrónica en Salud de Reino Unido.
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Estudios académicos vía Internet
Diferentes universidades, tanto públicas como privadas, ofrecen cursos y programas teleeducativos, así como prácticas virtuales, donde los participantes son evaluados y calificados para obtener un conjunto de competencias que les permita desarrollar su carrera profesional en el área de salud.
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Educación pública mediante telemedicina
Hace referencia a la educación y comunicación médica que se ofrece sobre diferentes temas relacionados con la salud pública. Desde páginas web sobre dietas, ejercicios e higiene hasta diferentes enfermedades, como el cáncer y el sida.
Telemonitoreo
El telemonitoreo se trata del uso de tecnologías de información y comunicación para obtener información respecto a la condición y el estado de los pacientes para determinar si es necesario realizar ajustes o cambios en los tratamientos planteados.
Este tipo de telemedicina permite que los profesionales puede monitorear diferentes aspectos: variables fisiológicas, resultados de exámenes, así como imágenes y sonidos. Suele desarrollarse desde el hogar del paciente o en centros de enfermería, lo que reduce costes y recursos para el sistema sanitario.
Telecirugía
La telecirugía se basa en el desarrollo y la realización de cirugías donde el cirujano actúa mediante la visualización y manipulación a distancia utilizando dispositivos electrónicos y alta tecnología en telecomunicaciones. El objetivo principal de la telecirugía es ofrecer servicios quirúrgicos a pacientes que, por razones de inaccesibilidad, no puede ser atendidos de forma presencial en hospitales y clínicas médicas. La telecirugía cuenta con dos modalidades diferentes, que comentamos a continuación:
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Telecirugía mediante teleeducación o telementoring
La telecirugía mediante teleeducación o telementoring es una forma avanzada de formación quirúrgica y asistencia médica a distancia que combina tecnología de telecomunicaciones, cirugía en tiempo real y técnicas de enseñanza médica.
La telecirugía mediante telementoring consiste en que un cirujano experto (mentor) proporciona asesoramiento técnico, correcciones, instrucciones o formación en vivo durante una intervención quirúrgica que realiza otro cirujano menos experimentado (aprendiz), aunque se encuentren en ubicaciones geográficas diferentes. Para ello, se utiliza la conexión mediante sistemas de videoconferencia, realidad aumentada, cámaras laparoscópicas o plataformas interactivas.
Por su parte, la teleeducación quirúrgica va más allá del quirófano y engloba también sesiones teóricas, revisión de casos, clases virtuales y simulación quirúrgica guiada, todo a distancia.
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Cirugía telepresencial
La cirugía telepresencial es una modalidad avanzada de cirugía asistida por tecnología que permite a un cirujano controlar instrumentos quirúrgicos a distancia mediante sistemas robóticos conectados por redes de telecomunicaciones de alta velocidad.
Se trata de una forma de telecirugía y permite que el profesional actúe como si estuviera de forma presencial en la sala de operaciones a través del uso de la tecnología. Como, por ejemplo, la utilización de brazos robósticos, micro cámaras e instrumentos ópticos de alta resolución.
Ventajas y desventajas de la telemedicina
Ventajas de la telemedicina | Desventajas de la telemedicina |
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Facilita el acceso a la atención médica desde cualquier lugar | No permite exámenes físicos completos |
Reduce desplazamientos y tiempos de espera | Dependencia de dispositivos y buena conexión a internet |
Ahorra costes para pacientes y centros de salud | Puede haber barreras digitales para personas mayores o con pocos recursos |
Mejora el seguimiento de pacientes crónicos | Algunas especialidades no son compatibles (ej. cirugía, odontología) |
Favorece la continuidad asistencial y la atención preventiva | Pérdida del contacto humano y no verbal en la relación médico-paciente |
Contribuye a la sostenibilidad al reducir la huella de carbono | Riesgos de seguridad y privacidad de los datos médicos |
Principales ventajas de la telemedicina
La telemedicina y las innovaciones tecnológicas en el campo de la salud han proporcionado una serie de beneficios, impulsando la mejora de la atención sanitaria y el diagnóstico médico.
Acceso a la atención sanitaria desde cualquier lugar
La telemedicina facilita que personas que viven en zonas rurales, con escasos recursos sanitarios o con movilidad reducida puedan recibir atención médica sin necesidad de desplazarse. De este modo, se caracteriza por acercar la atención médica a diferentes colectivos. Desde personas mayores y población migrante hasta pacientes con discapacidad, lo que mejora la equidad en salud.
Ahorro de tiempo y mayor comodidad
Evita desplazamientos a centros de salud o hospitales y elimina tiempos de espera en salas de consulta. El paciente puede realizar las consultas desde casa, obteniendo una mayor flexibilidad horaria y sin interrumpir su rutina diaria. Por su parte, las consultas son más breves y directas, por lo que se optimiza el trabajo de los profesionales sanitarios.
Reducción de costes
Permite reducir los costes, tanto para los pacientes como para los centros de salud. Por un lado, los pacientes evitan los gastos asociados al transporte, la solicitud de permisos laborales y, en muchos casos, también se reduce el coste de la consulta. Y, para los centros de salud, supone un notable ahorro al reducir la necesidad de infraestructura física, recursos logísticos y personal presencial. De este modo, se favorece la eficiencia del sistema público y privado.
Seguimiento eficaz de enfermedades crónicas
Permite monitorizar en tiempo real a pacientes con patologías como diabetes o hipertensión, evitando complicaciones y mejorando la adherencia al tratamiento.
Mejor comunicación médico-paciente
Favorece una atención más cercana y continua, ideal para resolver dudas, revisar pruebas o hacer un seguimiento del paciente sin la realización de visitas presenciales al centro de salud.
Optimización del sistema sanitario
Reduce la carga en urgencias y atención primaria al filtrar consultas no urgentes y mejora la gestión de recursos médicos.
Impacto positivo en el medio ambiente
Al disminuir los desplazamientos, también se reduce la huella de carbono asociada a la atención médica.
Impulso de la salud digital y la educación
Permite integrar contenidos educativos y recursos interactivos que ayudan al paciente a cuidar su salud desde casa. Y, al mismo tiempo, hace más accesible la formación médica para los profesionales a través de la teleeducación.
Mayor control y seguridad
Las plataformas digitales protegen la privacidad del paciente y generan un historial clínico electrónico con una mejor trazabilidad y seguimiento. De este modo, el paciente puede consultar sus registros, pruebas y tratamientos de forma digital.
Desventajas y limitaciones de la telemedicina
Aunque la telemedicina ofrece numerosos beneficios, también presenta una serie de limitaciones y desafíos:
No se pueden realizar exploraciones físicas directas
La principal limitación es que no se permite realizar exploraciones físicas directas, lo que puede dificultar el diagnóstico en casos complejos o urgentes. Algunas enfermedades requieren palpación, auscultación o pruebas inmediatas que solo pueden hacerse a través de una consulta presencial.
Dependencia de la tecnología y brecha digital
Para que la telemedicina funcione correctamente, es necesario contar con buena conexión a Internet, el empleo de los dispositivos médicos adecuados y conocimientos sobre el uso de aplicaciones digitales. No todas las personas tienen acceso a herramientas digitales o a Internet. Esto puede excluir a personas mayores o con escasos recursos tecnológicos.
Dificultades en la relación médico-paciente
El contacto físico y la comunicación no verbal son claves en la relación clínica. En algunos casos, la telemedicina puede dar lugar a una sensación de distancia o falta de empatía entre los profesionales sanitarios y los pacientes, especialmente en consultas con diagnósticos sensibles.
Riesgos en la privacidad y seguridad de los datos
El uso de plataformas digitales conlleva riesgos de filtración o uso indebido de información personal y médica si no se aplican las medidas de ciberseguridad adecuadas.
Limitaciones técnicas y fallos de conexión
Problemas técnicos como cortes de red, una baja calidad de imagen o sonido, así como un mal funcionamiento del software pueden interrumpir o dificultar las consultas, afectando la calidad del servicio.
Restricciones en ciertas especialidades médicas
No todas las áreas de la medicina se adaptan bien al entorno virtual. Por ejemplo, la cirugía, la traumatología o la odontología requieren presencia física obligatoria, y la telemedicina solo puede complementar algunos procesos, no sustituirlos.
La telemedicina representa la combinación entre la tecnología y los servicios de salud. A lo largo de los años, su evolución ha impulsado un sistema sanitario cada vez más completo y eficiente. En este contexto, destaca la relación entre telemedicina e inteligencia artificial, ya que ofrece una mayor calidad en la atención sanitaria, la realización de un diagnóstico médico más preciso y el desarrollo de tratamientos médicos personalizados a las necesidades reales de los pacientes.
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