por 4D Médica | Nov 14, 2024 | Equipamiento médico
La tomografía computarizada, también denominada como tomografía axial computarizada o TAC, se ha convertido en una de las técnicas de diagnóstico por imagen más utilizadas. Se trata de un procedimiento que utiliza un equipo especial de rayos X y computadoras avanzadas para obtener imágenes tridimensionales con diferentes cortes del cuerpo.
Desde su introducción clínica en 1971 ha experimentado sucesivos avances que han permitido su aplicación en diferentes campos de la medicina. Actualmente, se recurre a la tomografía computarizada para diagnosticar trastornos como el cáncer, afecciones cardiovasculares, procesos infecciosos, traumatismos y enfermedades del aparato locomotor. En el siguiente artículo, analizamos cómo funciona, para qué sirve y cuál es el origen y la evolución de esta prueba diagnóstica.
¿Cómo funciona un TAC?
Para realizar este diagnóstico por imagen, se utiliza un sistema de tomografía axial computarizada que incorpora unos escáneres de rayos X que generan imágenes tridimensionales con diferentes cortes del interior del organismo.
Estos cortes producidos reciben el nombre de imágenes tomográficas y permiten estudiar diversas regiones internas del cuerpo, desde órganos, huesos y tejidos blandos hasta vasos sanguíneos. A diferencia de la radiografía, que solo proporciona una representación bidimensional, el TAC permite observar las imágenes de forma tridimensional. Con ello, se puede analizar los tejidos con mayor detalle y claridad. Otro de los aspectos a destacar es que el escáner de TAC utiliza una fuente de rayos X y cuenta con una radiación ionizante superior a las de una radiografía.
Durante el procedimiento, el escáner de TAC gira alrededor de la abertura circular de una estructura en forma de rosca llamada Gantry. El paciente permanece recostado en una cama y se inserta en el interior del escáner para que el especialista puedan analizar los tejidos. Los detectores de rayos X se localizan frente a la fuente de rayos X y generan una serie de imágenes a través de diferentes cortes. Posteriormente, son trasmitidas a una computadora donde se puede visualizar y analizar el interior del organismo.
Medio de contraste en el TAC
Al igual que ocurre en las radiografías, es fácil obtener imágenes de las estructuras densas dentro del cuerpo, como por ejemplo los huesos. Sin embargo, los tejidos blandos son más difíciles de visualizar. Por ello, se han desarrollado medios de contraste que incrementan la visibilidad de los tejidos durante una radiografía o TAC. Contienen un conjunto de sustancias que son seguras para los pacientes y permiten detener los rayos X, por lo que los órganos se verán con mayor detalle en la prueba.
Por ejemplo, para examinar el sistema circulatorio, se inyecta en el torrente sanguíneo un medio de contraste intravenoso a base de yodo para iluminar los vasos sanguíneos.
¿Para qué sirve el TAC?
El TAC se utiliza como prueba de diagnóstico clínico, en los estudios de seguimiento para analizar el estado de salud del paciente, en la planificación de tratamientos de radioterapia e, incluso, para el cribado de personas asintomáticas que cuentan con factores de riesgo específicos. Una tomografía computarizada crea imágenes detalladas del cuerpo, que incluyen el cerebro, el tórax, la columna y el abdomen. En concreto, podemos destacar los siguientes usos:
- Ayudar a diagnosticar la presencia de un cáncer o tumor. Es una de las técnicas más utilizadas para examinar la presencia de cáncer colorrectal y cáncer de pulmón.
- Obtener información acerca del estadio de un cáncer.
- Determinar si un cáncer reacciona al tratamiento.
- Detectar el regreso o recurrencia de un tumor.
- Diagnosticar una infección.
- Técnica de apoyo para guiar un procedimiento de biopsia.
- Guiar algunos tratamientos locales, como la crioterapia, ablación con radiofrecuencia y la implantación de semillas radiactivas.
- Planificar la radioterapia de haz externo o la cirugía.
- Estudiar los vasos sanguíneos.
¿Cuándo surgió la tomografía computarizada?
La tomografía computarizada se introdujo en 1971 como una modalidad de rayos X que permitía obtener imágenes axiales del cerebro, por lo que era un método clínico que se utilizaba específicamente en el área de la neurorradiología. Su evolución ha convertido al TAC en una técnica de imagen versátil con la que se obtienen imágenes tridimensionales de cualquier área anatómica. Actualmente, se trata de un equipo de diagnóstico por imagen que cuenta con una amplia gama de aplicaciones médicas en oncología, radiología vascular, cardiología, traumatología o radiología intervencionista.
La evolución: De sus inicios hasta la actualidad
En 1971, se desarrollaron los primeros escáneres TAC de uso clínico. Durante estos primeros años, se utilizaba el escáner- EMI, con el que se podían obtener datos del cerebro y el tiempo de cálculo por imagen era de unos 7 minutos en total. Poco tiempo después, se desarrollaron escáneres aplicables a cualquier parte del cuerpo. En 1973, se empezaron a usar los escáneres axiales, cuyos equipos solamente contaban con una única fila de detectores de rayos X. Posteriormente, fue cuando surgieron los escáneres helicoidales o espirales, que incorporaban múltiples filas de detectores, por lo que su uso clínico tuvo una amplia difusión y son los que se utilizan en la actualidad.
Equipos TAC actuales: Principales mejoras y tipos
La evolución de los equipos ha permitido obtener notables mejoras. En los sistemas actuales, la calidad de la imagen ha mejorado considerablemente y ofrecen tanto una resolución espacial como una resolución de bajo contraste. Además, hoy en día, también se dispone de escáneres TAC diseñados para aplicaciones clínicas específicas. Entre ellos, podemos destacar:
- Equipos de TAC específicos para la planificación de tratamientos en radioterapia: Estos escáneres ofrecen un diámetro de abertura mayor del habitual, por lo que permiten un estudio con un campo de visión más amplio. De este modo, las imágenes que se generan cuentan con mayor detalle y claridad.
- Equipos híbridos que integran escáneres de TAC con otras técnicas de imagen: Actualmente, existen soluciones híbridas. Entre ellas, podemos destacar el escáner TAC que incorpora un tomógrafo por emisión de positrones (PET) o un tomógrafo de emisión de fotón único (SPECT).
- Escáneres especiales para nuevas indicaciones en diagnóstico por imagen: Se han desarrollado equipos de TAC “de doble fuente”, que están equipados con dos tubos de rayos X, y también equipos de TAC “volumétricos”, que incorporan hasta 320 filas de detectores, lo que permite obtener datos completos de los órganos analizados en un único uso.
Principales riesgos
Las pruebas por tomografía computarizada pueden realizar diagnósticos sobre enfermedades y afecciones graves, como cáncer, hemorragia o coágulos de sangre. Un diagnóstico temprano es fundamental para poner solución cuanto antes y poder salvar vidas. Sin embargo, es cierto que es una prueba que presenta algunos riesgos que es importante analizar:
Rayos X
Uno de los principales riesgos del TAC es que utiliza los rayos X, que producen radiación ionizante. Este tipo de radiación puede tener determinados efectos en el organismo y se trata de un riesgo que aumenta con el número de exposiciones a las que se somete una persona. No obstante, el riesgo de desarrollar cáncer por la radiación que emiten los rayos X es generalmente bajo.
Uso en embarazadas y niños
En el caso de las mujeres embarazadas, no existen riesgos para el bebé si el área del cuerpo donde se realizan las imágenes no es el abdomen o la pelvis. Pero, los profesionales médicos suelen realizar exámenes que no utilicen radiación, como la resonancia magnética o el ultrasonido. En cuanto a los niños, son más sensibles a la radiación ionizante, ya que tienen una esperanza de vida más larga y el riesgo a desarrollar cáncer puede ser mayor en comparación con los adultos.
Reacciones al medio de contraste
Por otro lado, otro aspecto a destacar es que algunos pacientes pueden tener reacciones alérgicas al medio de contraste y, en casos muy puntuales, insuficiencia renal temporal. Ante esta situación, no deben administrarse medios de contraste intravenoso a pacientes con función renal anormal.
Como hemos podido analizar, la tomografía computarizada o TAC resulta de gran utilidad para analizar de forma detallada y precisa ciertos tejidos y órganos internos. Mediante los rayos X, se pueden estudiar ciertas afecciones o enfermedades graves, por lo que es fundamental para el diagnóstico clínico y su aplicación en diferentes campos de la medicina.
Kiko Ramos
CEO de 4D Médica. Experto en comercialización y distribución de equipamiento médico.
por 4D Médica | Oct 31, 2024 | Equipamiento médico, Técnicas médicas
La resonancia magnética, también denominada por sus siglas como IRM, es una técnica de diagnóstico de imagen no invasiva que produce imágenes anatómicas tridimensionales. La IRM utiliza imanes potentes y ondas de radiofrecuencia que permiten crear imágenes detalladas de los órganos, tejidos y estructuras internas del cuerpo. A diferencia de otros métodos como la radiografía o la tomografía axial computarizada (TAC), la resonancia magnética no usa radiación ionizante o rayos X, por lo que destaca por ser una prueba médica segura, indolora y que no produce ningún daño al paciente.
Se trata de una de las técnicas más utilizadas para realizar diagnósticos médicos, analizar los diferentes tejidos y comprobar si existe alguna enfermedad, lesión o anomalía. Los profesionales de la salud recurren a la IRM para examinar ciertas partes del cuerpo y estudiar las diferencias que existen entre tejidos sanos y no sanos, así como tejidos que presentan condiciones anormales. La resonancia magnética permite crear imágenes tridimensionales detalladas para examinar órganos como el cerebro, la columna vertebral, articulaciones como la rodilla, el hombro, la cadera, la muñeca y el tobillo; el abdomen, la región pélvica, los senos, los vasos sanguíneos y el corazón, entre otras regiones.
Para realizar un examen por IRM, se utiliza un equipo médico de resonancia magnética. En este procedimiento, el paciente es ubicado dentro de un explorador de IRM. Podemos definirlo como un aparato de grandes dimensiones con forma circular que está abierto en ambos extremos. Una vez el paciente se encuentra en el interior del equipo de IRM, se producen una serie de señales y ondas de radio que son detectadas por un receptor dentro del aparato. Posteriormente, se generan las imágenes transversales de los tejidos que se visualizan a través de una computadora.
¿Cómo es este proceso y qué detecta la resonancia magnética? En el siguiente artículo, explicamos el origen de esta técnica médica y cómo funciona, así como sus ventajas y limitaciones.
Origen de la resonancia magnética
En 1946, de forma independiente, Felix Bloch y Edward Purcell descubrieron el fenómeno de la resonancia magnética, por el que obtuvieron el Premio Nobel de Física en 1952. Pero, realmente, su desarrollo como procedimiento de análisis molecular químico y físico tuvo lugar en el periodo comprendido entre 1950 y 1970. A partir de 1971, Raymond Damadian demostró que los tiempos de relajación de resonancia magnética difieren entre los tejidos sanos y los tumorales, lo que llevó a que los científicos empezaran a estudiar esta técnica para el diagnóstico de enfermedades.
Paralelamente, Hounsfield introdujo en 1973 otra de las técnicas médicas más utilizadas en la actualidad: la tomografía axial computarizada (TAC), que emplea rayos X. El éxito del TAC demostró que los hospitales estaban dispuestos a invertir en el desarrollo de nuevos equipos de diagnóstico por imagen, lo que también impulsó el desarrollo de la IRM. En ese mismo año, Paul Lauterbur obtuvo la primera imagen por resonancia magnética, utilizando una técnica de retroproyección similar a la de la tomografía axial computarizada.
A partir de la década de 1980, comenzó la paulatina implantación de la IRM en la práctica clínica, hasta llegar a la situación actual. Hoy en día, la resonancia magnética es una de las técnicas más utilizadas de diagnóstico por imagen.
¿Cómo funciona la resonancia magnética?
El cuerpo humano está compuesto, principalmente, de agua y grasa, de forma que los átomos de hidrógeno representan el 63% del total de átomos del organismo. El núcleo de hidrógeno, que consta de un protón, se utiliza en la resonancia magnética debido a que actúa como un potente imán que genera un campo magnético alrededor del cuerpo del paciente. La IRM es un método de diagnóstico por imagen que se basa en la absorción y en la emisión de energía en forma de un conjunto de señales de radiofrecuencia dentro del espectro de radiación electromagnética. La radiofrecuencia utilizada en la IRM produce unas frecuencias de entre 15 y 80 megahercios, por lo que es una radiación no ionizante que resulta inocua para el organismo.
En un examen por IRM, el paciente es ubicado dentro de un explorador de resonancia magnética que produce unas ondas de radio que interactúan con los protones, generando una serie de señales de radiofrecuencia que son detectadas por un receptor dentro del aparato. Todas estas señales emitidas y detectadas por la antena del explorador son procesadas en un ordenador, donde se obtienen las imágenes detalladas de los tejidos y del interior del organismo que permiten realizar el diagnóstico médico.
En concreto, un equipo de IRM consta de los siguientes elementos:
- Imán externo
- Gradientes de campo magnético
- Emisor de radiofrecuencia
- Antenas receptoras de radiofrecuencia
- Ordenador
¿Cómo se realiza un examen de IRM?
Para realizar un examen de IRM, se utiliza un equipo médico de resonancia magnética, donde se introduce al paciente en un aparato de grandes dimensiones que tiene una forma circular y está abierto en los extremos. Este procedimiento se realiza en una habitación especial que aloja el sistema de resonancia magnética o explorador. Un miembro del personal de la sección de IRM acompaña al paciente hasta el interior de la habitación, donde se le pedirá que se tumbe en una mesa acolchada para, posteriormente, introducirlo dentro del aparato y empezar con el diagnóstico de resonancia magnética.
Antes de la prueba
La mayoría de diagnósticos tienen una duración de entre 15 y 45 minutos, en función de la parte del cuerpo a analizar y la cantidad de imágenes que se necesiten. Antes de la prueba, la persona debe desnudarse de forma parcial o total y se le proporciona una bata que no tiene botones o cierres metálicos. Es importante dejar todos los objetos de metal y otros elementos que pudieran verse afectados por el campo magnético fuera de la sala de resonancia magnética. Por ejemplo, llaves, joyas, teléfonos móviles, tarjetas de crédito o relojes.
Durante la prueba
Es importante que el paciente permanezca quieto y relajado. En algunos exámenes, se puede inyectar de forma intravenosa un material de contraste denominado gadolinio para obtener una imagen más clara del área a examinar. Para ello, al inicio de la prueba médica, un enfermero colocará una línea endovenosa en una vena del brazo o de la mano del paciente utilizando una pequeña aguja.
Por otro lado, cabe destacar que el sistema de resonancia magnética puede producir ciertos ruidos fuertes durante el procedimiento. Para prevenir cualquier problema asociado al ruido, se proporcionan unos tapones para los oídos. Durante la duración del diagnóstico, el paciente será monitoreado en todo momento y podrá comunicarse con un profesional médico mediante un intercomunicador.
Tras la prueba
Una vez que haya finalizado el examen, las imágenes serán revisadas por un radiólogo, que posteriormente se encargará de informar al médico de los resultados del examen por resonancia magnética.
IRM en la práctica médica
La resonancia magnética es un procedimiento que se usa para estudiar las diferencias que existen entre los tejidos sanos y no sanos, así como otras regiones del cuerpo humano que presenten condiciones anormales. En la actualidad, se trata de una de las técnicas de diagnóstico por imagen más utilizadas y permite detectar un gran número de enfermedades y anomalías en prácticamente todas las regiones del organismo:
- Cabeza: sistema nervioso central, órbita, cara y cráneo.
- Cuello.
- Columna vertebral: médula espinal, meninges, columna ósea y discos intervertebrales.
- Tórax, especialmente a nivel cardiovascular.
- Abdomen: hígado, vías biliares, bazo, páncreas, aparato urinario, aparato genital y pelvis.
- Grandes articulaciones y extremidades.
¿Qué detecta la resonancia magnética?
Se suele priorizar la resonancia magnética a la tomografia axial computarizada cuando el médico necesita tener más detalles sobre los tejidos blandos. Por ejemplo, ayuda a obtener imágenes de anomalías en el cerebro, médula espinal, músculos e hígado. Además, es muy útil para identificar tumores en estos tejidos. La IRM tiene las siguientes aplicaciones clínicas:
- Aplicaciones morfológicas: definición de anomalías congénitas, patología traumática, detección y extensión de tumores,
enfermedades degenerativas, patología vascular, procesos inflamatorios y patología infecciosa.
- Aplicaciones funcionales: Se trata de los estudios de IRM funcional cerebral y los estudios cardíacos funcionales.
- Aplicaciones de análisis tisular: Se encuentra la espectroscopia por IRM, los estudios de desplazamiento químico, los estudios de perfusión y los de difusión.
A su vez, también se recurre a esta técnica diagnóstica para analizar otro tipo de afecciones y como alterativa a otros procedimientos que presentan mayores riesgos:
- Medir la presencia de ciertas moléculas en el encéfalo que distinguen un tumor de un absceso.
- Identificar alteraciones en los genitales femeninos y fracturas en la cadera y la pelvis.
- Realizar la valoración de ciertas anomalías articulares frecuentes, como las roturas de ligamentos o cartílagos de la rodilla y los esguinces.
- Estudiar y valorar hemorragias y otras infecciones.
- La IRM se aplica cuando los riesgos de la realización de un TAC son elevados. Especialmente, puede utilizarse en personas que hayan tenido una reacción a los medios de contraste yodados en un TAC y para mujeres embarazadas, debido a que la radiación puede causar problemas en el feto.
Tipos de resonancia magnética
Podemos distinguir entre diversos tipos de resonancia magnética:
Imagen por Resonancia Magnética funcional o IRMf
La IRMf se utiliza para observar las estructuras y el funcionamiento del cerebro. Permite medir los pequeños cambios en el flujo sanguíneo que ocurren en la actividad cerebral. Este tipo de prueba ayuda a detectar anormalidades dentro del cerebro que no se pueden encontrar con otras técnicas por imágenes.
Resonancia magnética por perfusión
Los profesionales puede utilizar este tipo de resonancia magnética para estimar el flujo de sangre en una área en concreto. Es útil para determinar si la irrigación sanguínea en el cerebro se ha visto reducida cuando ha tenido lugar un accidente cerebrovascular. También sirve para identificar áreas donde el flujo de sangre está incrementado, como en el caso de los tumores.
Resonancia magnética ponderada por difusión
Se usa para detectar cambios en los movimientos del agua de las células que no funcionan con normalidad. Ayuda a identificar fases tempranas de accidentes cerebrovasculares, detectar transtornos cerebrales, analizar si un tumor se ha extendido o diferenciar un abceso cerebral de un tumor.
Espectroscopia por resonancia magnética
Este tipo de prueba se utiliza para detectar transtornos cerebrales, como la epilepsia, la enfermedad de Alzheimer, tumores y abscesos cerebrales. En concreto, este método puede distinguir entre el tejido muerto dentro de un abscenso y la presencia de células que se multiplican dentro de un tumor. A su vez, se usa para valorar transtornos metabólicos de los músculos y el sistema nervioso.
Angiografía por resonancia magnética
Proporciona imágenes detalladas de los vasos sanguíneos, pero es más segura y fácil de realizar que la angiografía por TAC .Se utiliza para valorar los vasos sanguíneos del cerebro, el corazón, los órganos abdominales, los brazos y las piernas. En concreto, se recurre a esta técnica para analizar aneurismas aórticos, disección de aorta, estrechamientos de las arterias de las extremidades, trombos de las venas de las extremidades, flujo sanguíneo a los tumores y tumores que afectan a los vasos sanguíneos.
Venografía por resonancia magnética
Se trata de una resonancia magnética de las venas. Detecta la trombosis venosa cerebral, es decir, la presencia trombos en una vena que lleva sangre desde el cerebro.
Ventajas de la resonancia magnética
La IRM se ha consolidado como un método de diagnóstico por imagen seguro, preciso y eficaz. En la actualidad, la resonancia magnética destaca por ofrecer muchas ventajas, lo que ha llevado a priorizar esta técnica sobre otros procedimientos, especialmente la tomografía axial computarizada, pruebas radiológicas y ecografías. ¿Qué ventajas ofrece?
- Es una técnica de exploración no invasiva, segura e indolora. No utiliza radiaciones ionizantes o medios de contraste nefrotóxicos y no produce afectos adversos en los pacientes.
- La IRM es una prueba que ayuda a evaluar tanto la estructura de un órgano como su funcionamiento.
- Proporciona una gran resolución espacial, temporal y tisular para diferenciar tejidos, por lo que la IRM tiene un importante papel en el diagnóstico precoz de enfermedades de tejidos blandos.
- Cuenta con capacidad tridimensional, ofreciendo imágenes detalladas y transversales de los tejidos y órganos a examinar. De este modo, permite detectar anomalías que podrían quedar ocultas por los huesos cuando se recurre a otros métodos diagnósticos.
- Permite hacer estudios funcionales. La Imagen por Resonancia Magnética funcional o IRMf es una prueba médica que se usa para examinar las partes del cerebro que están manejando funciones críticas, evaluar los efectos de un derrame u otras enfermedades, así como guiar el tratamiento cerebral.
Limitaciones y riesgos de la resonancia magnética
No obstante, también presenta algunos riesgos y desventajas que es importante analizar:
Mayor tiempo y coste en el diagnóstico
El tiempo necesario para realizar una resonancia magnética es elevado. Por ello, el TAC suele utilizarse ante situaciones de urgencia, como lesiones graves y accidentes cerebrovasculares. A su vez, el coste económico es superior y existe una limitación en la disponibilidad en comparación con otras técnicas de diagnóstico por imagen.
Problemas de ansiedad y claustrofobia
El equipo de resonancia magnética es un espacio pequeño y cerrado, por lo que el paciente puede sentir una sensación de claustrofobia o ansiedad. Para ello, se puede administrar al paciente un ansiolítico, como alprazolam o lorazepam, antes de comenzar el examen.
Actualmente, también existen escáneres de resonancia magnética abiertos, que ofrecen un lado abierto y un interior más amplio. Esto hace que las personas puedan reducir la claustrofobia y las personas obesas pueden acceder con mayor facilidad. Sin embargo, las imágenes producidas pueden tener una menor calidad. Pero, a pesar de ello, se puede recurrir a este tipo de dispositivos abiertos para realizar diagnósticos.
Efectos del campo magnético
La presencia de dispositivos o materiales metálicos implantados en el cuerpo del paciente pueden producir ciertos efectos adversos. El campo magnético que se utiliza en esta técnica médica es muy potente y está siempre activo, lo que puede provocar que los dispositivos se desplacen, se sobrecalienten o funcionen de forma inadecuada. Y, además, también pueden distorsionar las imágenes generadas.
Entre estos dispositivos, se encuentras los marcapasos cardíacos, desfibriladores, implantes cocleares y clics magnéticos metálicos utilizados en el tratamiento de aneurismas. No obstante, otros dispositivos como implantes dentales, prótesis de cadera o varillas para enderezar la columna no presentan ninguno de estos efectos. Por ello, es importante que las personas que cuenten con algún dispositivo implantado informen al médico antes de realizar un diagnóstico por IMR.
Reacciones al agente de contraste
Los medios de contraste con gadolinio pueden provocar una serie de reacciones, como dolor de cabeza, náuseas, dolor y sensación de frío en la zona donde se realiza la inyección, distorsión del gusto y mareos. Sin embargo, cabe destacar que estos agentes de contraste presentan menores reacciones que los medios de contraste yodados que se utilizan en un TAC y en la angiografía por TAC.
En conclusión, la resonancia magnética es una técnica de diagnóstico por imagen que proporciona exámenes con imágenes detalladas y trasversales que son fundamentales en la detección de enfermedades y para estudiar prácticamente todas las regiones del cuerpo humano.
Kiko Ramos
CEO de 4D Médica. Experto en comercialización y distribución de equipamiento médico.
por 4D Médica | Oct 23, 2024 | Equipamiento médico, Técnicas médicas
Una ecografía, también denominada como sonografía o ultrasonido, es una prueba de diagnóstico por imagen que utiliza las ondas sonoras para crear imágenes de órganos, tejidos y estructuras internas del organismo. Se trata de una técnica sencilla, segura y no invasiva que permite que los profesionales de la salud analicen y observen el interior del cuerpo sin cirugía. Es decir, es una técnica de diagnóstico que no necesita realizar ninguna incisión o utilizar radiación ionizante, como en el caso de las radiografías.
Destaca por ser una prueba cómoda, económica e indolora. Se utiliza, principalmente, para diagnosticar diversas afecciones médicas, monitorizar la salud y el desarrollo del bebé durante el embarazo y guiar ciertos procedimientos médicos, como la realización de biopsias, extracción de tejidos y otras técnicas que requieran de diagnóstico por imagen.
¿Cómo funciona una ecografía?
Una ecografía es una técnica que emite una serie de ondas mecánicas que tienen una frecuencia superior a la capacidad de audición del oído humano y permiten crear imágenes bidimensionales y tridimensionales. Estas imágenes reciben el nombre de sonogramas y se realizan con un equipamiento específico. Los dispositivos médicos que permiten realizar estos diagnósticos son los ecógrafos. Cuentan con una herramienta con forma de varilla que se conoce como transductor y se encarga de detectar las ondas que se producen en los diferentes tejidos, órganos y líquidos del cuerpo. Posteriormente, son captadas de nuevo por el transductor para convertirse en señales eléctricas.
Para analizar las ondas, se utiliza un gel especial sobre la piel en el área a examinar. Mediante el uso de una computadora, se procesan estas señales para crear una imagen en tiempo real de las estructuras internas del organismo. Las imágenes producidas se visualizan en la pantalla y aportan información sobre los movimientos que se están produciendo, la distancia a la que se encuentra un tejido, así como su tamaño, forma y composición.
Tipos de ecografías: Usos y principales diferencias
Podemos encontrar diferentes tipos de ecografías: la ecografía en el embarazo, la ecografía médica diagnóstica, la ecografía de guiado, así como la ecografía en 3D y en 4D. Vemos sus principales diferencias:
Ecografía en el embarazo
La ecografía en el embarazo, también dominada como obstétrica, es una prueba de diagnóstico de imagen que ofrece la visualización del feto dentro del útero materno. Como es una técnica de ultrasonidos que no presenta radiación, es una técnica segura para la madre y el bebé.
¿Para qué se utiliza la ecografía fetal?
Permite analizar el crecimiento, la salud y el desarrollo general del bebé. En concreto, aporta la siguiente información:
- Confirmación del embarazo.
- Comprobación de embarazo múltiple (mellizos y trillizos).
- Conocimiento de la edad gestacional. Es decir, cuánto tiempo tiene el embarazo.
- Análisis del tamaño, la posición del feto, el crecimiento y el sexo del bebé.
- Diagnóstico de defectos congénitos en las diversas partes del cuerpo del bebé, como el cerebro, el corazón o la médula espinal.
- Estudio de la cantidad existente de líquido amniótico. Resulta esencial para el desarrollo de los pulmones y los huesos del bebé, así como para proteger al bebé ante la posible aparición de lesiones.
- Identificar problemas en la placenta, el útero, el cuello uterino y los ovarios de la madre.
- Información sobre posibles signos que podrían indicar un aumento del riesgo de síndrome de Down.
Ecografía médica diagnóstica
La ecografía médica diagnóstica es fundamental para el estudio de enfermedades o posibles problemas de salud en el paciente. Se recurre a este tipo de prueba cuando una persona detecta ciertos síntomas que es importante analizar. Mediante este tipo de ecografía, los profesionales médicos pueden estudiar diversas afecciones médicas que involucran a diferentes partes del cuerpo. Según la zona a analizar, podemos distinguir diferentes modalidades de ecografías médicas diagnósticas:
- Ecografía abdominal: Se centra en la observación de la estructura interna del abdomen. Permite analizar órganos como el páncreas, los riñones, el hígado, la vesícula biliar y el bazo.
- Ecografía vaginal: Esta prueba se utiliza para analizar el útero, los ovarios, el endometrio, el cuello uterino, las trompas de Falopio y el área pélvica de la mujer. La ecografía vaginal o tansvaginal se utiliza para detectar posibles afecciones ginecológicas, como la presencia de quistes ováricos, fibromas y miomas uterinos, anomalías en el ciclo menstrual, ciertos tipos de infertilidad y dolor pélvico.
- Ecografía rectal: Consiste en la evaluación del recto para estudiar la próstata y el funcionamiento de la vejiga.
- Ecografía renal: Evalúa el estado de los riñones, tanto el tamaño, la localización y la forma; así como sus estructuras adyacentes. Este tipo de ecografía ayuda a detectar la presencia de tumores, quistes y obstrucciones renales.
- Ecografía mamaria: Se utiliza para detectar anomalías en el tejido mamario, como la presencia de quistes. Suele usarse como técnica de apoyo tras la realización de una mamografía.
- Ecografía cervical y tiroidea: Analiza el funcionamiento de la glándula tiroides, que se encuentra en el cuello. Es fundamental para estudiar los posibles problemas de salud que puedan surgir, como la aparición de nódulos, quistes y alteraciones estructurales. También se usa para analizar las glándulas salivares.
- Ecografía Doppler o vascular: Mediante esta ecografía, se puede analizar la velocidad y la dirección del flujo sanguíneo en el corazón y en los vasos sanguíneos. Permite medir la circulación de la sangre en los diferentes órganos del cuerpo, así como el cuello, los brazos y las piernas. Resulta una prueba esencial para diagnosticar posibles obstrucciones, estrechamientos y problemas en el sistema circulatorio.
- Ecografía muscular: Esta ecografía también recibe el nombre de ecografía músculo-esquelética. Explora los diferentes músculos, tendones, ligamentos, bursas, cartílagos, articulaciones y superficies de los huesos, lo que permite detectar la presencia de lesiones, tendinitis, problemas degenerativos y otras afecciones de los tejidos musculares.
Ecografía de guiado
La ecografía de guiado es una técnica que se usa para la elaboración de procedimientos guiados con ecografía. Se utiliza para guiar a los profesionales sanitarios en la realización de biopsias de tejidos, aspiración y extracción de tejidos, colocación de catéteres, drenaje de abscesos e inyecciones percutáneas. Esta técnica consiste en la introducción de una aguja o catéter en la zona del cuerpo a analizar. El avance del transductor se controla en tiempo real, lo que permite dirigir la aguja para realizar un diagnóstico médico más preciso.
Este tipo de ecografía se puede realizar de dos formas: a través de dispositivos adaptados a las sondas o mediante la técnica de manos libres, donde el profesional sostiene la aguja con una mano y la sonda con la otra mano.
Ecografía en 3D y 4D
Los avances tecnológicos en el campo de la medicina permiten que las imágenes que se generan en una ecografía se visualicen en 3D y 4D. Las ecografías en 3D surgieron a finales de la década de los 90 y ofrecen imágenes estáticas de alta resolución con una perspectiva tridimensional. Actualmente, los sistemas que se emplean utilizan transductores mecánicos, que permiten obtener imágenes en los tres planos perpendiculares. De este modo, en la imagen, se pueden visualizar cortes transversales, longitudinales y coronales. En cuanto a las ecografías en 4D, incorporan una tecnología que capta el movimiento en tiempo real, lo que ofrece una reproducción más próxima y real de lo que ocurre en el interior del organismo.
¿En qué casos se utilizan las ecografías en 3D y 4D?
Las ecografías en 3D se utilizan en el embarazo y en diversas especialidades como gastroenterología, ginecología y obstetricia, patología mamaria, uterina y cardiología. También tiene un papel esencial en la cirugía vascular, urología, reumatología y traumatología.
Por su parte, las ecografías en 4D se usan durante el embarazo para analizar el desarrollo del bebé. Al ofrecer movimiento en tiempo real, muestra los gestos y movimientos que realiza el bebé dentro del útero y también sirve para detectar posibles problemas y anomalías. Es recomendable realizarla alrededor de la semana 28 de la gestación, ya que es el momento en que el feto está más desarrollado y sus facciones son más parecidas a las de un recién nacido. A su vez, en las ecografías en 4D, es esencial que haya una cantidad suficiente de líquido amniótico. Se trata de un aspecto fundamental para que las ondas de ultrasonidos se transmitan adecuadamente. En caso contrario, la imagen se visualizará con menor calidad, por lo que no sería recomendable utilizar esta técnica.
Sin embargo, cabe destacar que las ecografías en 3D y 4D no sustituyen a las ecografías de seguimiento que deben realizarse en las semanas 12, 20 y 32 de la gestación. Por tanto, se trata de una prueba complementaria para tener más información sobre el crecimiento del feto.
Innovaciones en el campo de la ecografía
En el ámbito del diagnóstico por imagen, los ecógrafos son los dispositivos que se utilizan para realizar ecografías. En los últimos años, han surgido numerosos avances que han permitido desarrollar un equipamiento médico adaptado a las nuevas necesidades de los centros médicos, hospitales y profesionales de la salud.
Además de los tradicionales ecógrafos que permiten realizar una prueba sencilla y segura, han surgido ecógrafos de nueva generación que utilizan la última tecnología y están equipados con inteligencia artificial. Este tipo de ecógrafos son portátiles y se caracterizan por poder utilizarse de forma totalmente remota. De este modo, los profesionales no tiene que estar presentes en los centros médicos y pueden llegar a muchas más regiones y pacientes. Sin duda, un aspecto fundamental para impulsar la telemedicina y crear diagnósticos rápidos, completos y precisos.
En conclusión, las ecografías son una de las técnicas de diagnóstico médico por imagen más utilizadas en la actualidad. Ello se debe a que es una prueba fácil de hacer, segura y no invasiva que tiene una gran utilidad a la hora de realizar diagnósticos sobre determinadas afecciones médicas, para analizar el desarrollo del bebé durante el embarazo y también como técnica de soporte para realizar otros procedimientos. En la mayoría de los casos, la ecografía forma parte como primer diagnóstico para después evaluar cómo proceder y qué otras pruebas conviene realizar a la hora de tratar una dolencia o enfermedad.
Bibliografía
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Tu Canal de Salud. (s. f.). Ecografía 4D: Lo que necesitas saber. https://www.tucanaldesalud.es/es/voz-especialista/ecografia-4d
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MiDiagnóstico. (s. f.). Ecografía: procedimiento, usos y ventajas. https://midiagnostico.es/ecografia-procedimiento-usos-y-ventajas/
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Kiko Ramos
CEO de 4D Médica. Experto en comercialización y distribución de equipamiento médico.