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La radiografía computarizada, también conocida como CR (Computed Radiography), es una técnica de diagnóstico por imagen que representa una transición entre la radiología convencional y las tecnologías digitales actuales. En lugar de utilizar películas radiográficas tradicionales, la CR emplea placas de fósforo fotoluminiscente que almacenan la energía de los rayos X. Posteriormente, esta energía se libera y se convierte en una imagen digital mediante un proceso de lectura láser.

Este sistema permite digitalizar las imágenes radiográficas sin necesidad de transformar por completo la infraestructura del servicio de rayos X. Por ello, es considerado como una solución intermedia entre la técnica analógica y la digital directa (DR). Resulta especialmente útil en clínicas o centros que buscan modernizar su equipo sin realizar inversiones tan elevadas como las requeridas por la DR. A su vez, la radiografía computarizada también facilita el almacenamiento, archivo, distribución y análisis de las imágenes en formato digital. Por tanto, el empleo de esta tecnología de diagnóstico por imagen proporciona una mayor eficiencia del flujo de trabajo en el entorno médico.

En el siguiente artículo, analizamos cómo funciona la radiografía computarizada y su flujo de trabajo, cuáles son sus ventajas y limitaciones, así como sus principales usos en la práctica clínica.

Radiografía computarizada: ¿Cómo funciona?

El funcionamiento de la CR se basa en el uso de placas de imagen reutilizables recubiertas por un material fosforado que reacciona a la exposición con rayos X. Este método combina tecnología láser, detección óptica y procesamiento digital en una sola secuencia.

Como resultado, mediante la radiografía computarizada, se obtienen imágenes diagnósticas con una elevada calidad sin necesidad de utilizar procesos químicos. El procedimiento consta de las siguientes etapas:

  1. Captura de la imagen: En primer lugar, se posiciona al paciente en el equipo médico para comenzar la exploración. La exposición de los rayos X impacta sobre una placa CR, también llamada cassette, donde la energía se almacena en forma de electrones atrapados en los cristales de fósforo.
  2. Lectura de la placa: Una vez realizada la exposición, el cassette se introduce en un lector CR. Se trata de un equipo que emplea un rayo láser para excitar los electrones almacenados en la placa y, posteriormente, liberar la energía en forma de luz visible.
  3. Conversión de la luz en imagen digital: La luz generada es captada por sensores (fotomultiplicadores), que la transforman en señales eléctricas. Mediante el uso de un conversor analógico-digital, estas señales se convierten en una imagen digital.
  4. Visualización y procesamiento: La imagen resultante se muestra en una estación de trabajo, donde se pueden ajustar diferentes parámetros. Desde modificar el brillo, el contraste y la nitidez hasta añadir anotaciones, medidas o rotular la imagen.
  5. Borrado de la placa: Una vez finalizado el proceso, la placa se borra completamente mediante luz intensa para eliminar cualquier residuo de información. De este modo, se finaliza el proceso y se puede volver a utilizar la placa en otro estudio.

Flujo de trabajo clínico en radiografía computarizada

El flujo de trabajo en un entorno que utiliza radiografía computarizada es sistemático y está diseñado para optimizar el tiempo y garantizar la trazabilidad del paciente. Aunque se trata de un sistema más ágil y eficiente que el revelado tradicional, no resulta tan inmediato como la radiología digital directa. A continuación, detallamos las diferentes fases del flujo de trabajo de la radiografía computarizada:

  1. Identificación del paciente y prescripción del estudio: Se inicia con la carga del expediente del paciente en el sistema RIS (Radiology Information System), donde se definen los parámetros de la solicitud y el tipo de estudio requerido.
  2. Adquisición de la imagen: El técnico posiciona al paciente y realiza la exposición con la placa CR en el cassette, como en una radiografía tradicional.
  3. Lectura digital del cassette: Tras la exposición, el cassette se traslada al lector CR, donde la imagen latente se digitaliza a través del proceso descrito anteriormente.
  4. Procesamiento y postproducción: La imagen digital se procesa mediante un software específico, permitiendo ajustar los parámetros técnicos para optimizar la visibilidad diagnóstica.
  5. Validación técnica y médica: El técnico revisa la calidad de la imagen antes de enviarla al radiólogo, quien realizará la interpretación clínica y generará el informe diagnóstico.
  6. Distribución y archivo: Finalmente, la imagen se almacena en el sistema PACS (Picture Archiving and Communication System) y se incluye en la historia clínica electrónica del paciente.

Ventajas de la radiografía computarizada

La adopción de los sistemas de radiografía computarizada aporta una serie de beneficios importantes tanto para el personal sanitario como para los centros médicos:

  • Reducción del uso de productos químicos: No requiere del uso de líquidos o revelado, lo que disminuye el impacto ambiental y los riesgos biológicos.
  • Reutilización de las placas: Las placas de fósforo pueden ser reutilizadas. Por tanto, ofrece un gran ahorro económico a medio plazo.
  • Mejora en la calidad de imagen: En comparación con la radiología analógica, la CR ofrece mejor nitidez y capacidad de ajuste digital.
  • Fácil integración en sistemas digitales existentes: Puede conectarse a estaciones de trabajo como el sistema PACS, el sistema RIS o impresoras DICOM, facilitando el intercambio y la gestión de la información médica.
  • Adaptabilidad a equipos existentes: Muchas instalaciones de rayos X antiguas o tradicionales pueden seguir utilizándose con sistemas CR, lo que minimiza los costes iniciales de digitalización.

Limitaciones frente a otras técnicas

A pesar de sus ventajas, la radiografía computarizada tiene ciertas limitaciones cuando se compara con tecnologías más avanzadas, como los sistemas de radiología digital directa (DR):

  • Mayor tiempo de procesamiento: El técnico debe manipular el cassette físicamente, lo que alarga el tiempo entre la exposición y la visualización de la imagen.
  • Mayor carga operativa para el personal técnico: La lectura y el manejo de los cassettes implica pasos adicionales que no existen en la técnica DR, donde la imagen aparece automáticamente.
  • Calidad de imagen ligeramente inferior: En situaciones donde se requiere una máxima resolución y precisión diagnóstica, como en estudios pulmonares finos o mamografías, la DR suele ofrecer mejores resultados.
  • Costes de mantenimiento de lectores CR: Aunque la tecnología CR es más accesible que la DR, requiere un lector específico que conlleva mantenimiento, calibración y, en algunos casos, reemplazo de piezas.

¿Qué diferencias hay entre la radiografía computarizada (CR) y la radiografía digital directa (DR)?

Características Radiografía Computarizada (CR) Radiología Digital Directa (DR)
Captura de imagen Requiere cassette con placa de fósforo Sensor digital integrado en el equipo
Tiempo de obtención de imagen Lento (requiere escaneo del cassette) Inmediato (imagen en tiempo real)
Manipulación del equipo Intervención manual del técnico para cada estudio Automatizado, requiere menos pasos
Calidad de imagen Buena, pero inferior a la DR Excelente resolución y detalle
Coste de implementación Moderado, reutiliza equipos tradicionales Alto, requiere inversión en tecnología avanzada
Reutilización del detector Sí, con placas de fósforo borrables Sí, con sensores digitales integrados
Usos Centros con transición progresiva al entorno digital Hospitales y clínicas de alta demanda y flujo rápido

Principales usos de la radiografía computarizada en la práctica clínica

La radiografía computarizada (CR) es utilizada tanto en centros médicos, hospitales y clínicas como en unidades móviles. Ofrece una amplia versatilidad, tiene un bajo coste operativo y proporciona una elevada compatibilidad con equipos convencionales. Estas son sus principales aplicaciones en la práctica clínica:

Radiología general

Se emplea para estudios de rutina como radiografías de tórax, abdomen, columna vertebral, pelvis y extremidades. Es una técnica ideal para exploraciones iniciales y seguimientos.

Urgencias y traumatología

En servicios de urgencias, la CR permite obtener rápidamente imágenes de fracturas, luxaciones o lesiones óseas sin necesidad de pasar por procesos químicos. Es muy útil en la evaluación rápida de pacientes politraumatizados.

Control postoperatorio

Se utiliza para verificar la correcta colocación de prótesis, tornillos o material de osteosíntesis tras una cirugía ortopédica, así como para el seguimiento evolutivo de lesiones.

Evaluación torácica y pulmonar

La radiografía de tórax es una de las aplicaciones más frecuentes. Permite detectar infecciones, derrames pleurales, nódulos o signos de insuficiencia cardíaca. La CR facilita el ajuste digital de contraste para mejorar la visualización de estructuras pulmonares.

Odontología y ortodoncia

En algunos centros, se utiliza la radiografía dental computarizada para realizar ortopantomografías, estudios cefalométricos o radiografías periapicales, especialmente cuando se dispone de adaptadores digitales compatibles.

Aplicaciones veterinarias

Muchos centros veterinarios emplean la radiografía computarizada como sistema de imagen principal por su economía y facilidad de uso, especialmente para radiografías de animales pequeños y grandes.

Unidades móviles y campañas sanitarias

Por su portabilidad y facilidad de instalación, la radiografía computarizada se emplea en camiones radiológicos o unidades móviles.

En conclusión, la radiografía computarizada es una técnica médica eficaz, flexible y versátil que ha sido clave en el proceso de digitalización de los servicios de diagnóstico por imagen. Ofrece una alternativa eficiente para los centros que desean modernizarse sin reemplazar todo su equipamiento, adaptándose a múltiples entornos clínicos.

Las tecnologías más recientes, como la radiología digital directa, proporcionan procesos más automatizados y ágiles. No obstante, la CR sigue siendo una alternativa vigente que se emplea, especialmente, en centros médicos pequeños y medianos, unidades móviles o servicios con presupuesto limitado que requieren una transición progresiva a sistemas digitales.

Bibliografía

Vergara E, Mauricio, Sepúlveda R, Gladys, & Vega T, Daniela. (2006). TECNICA RADIOGRAFICA EN RADIOGRAFIA COMPUTADA. Revista chilena de radiología, 12(4), 153-156. https://dx.doi.org/10.4067/S0717-93082006000400003

Kiko Ramos

CEO de 4D Médica. Experto en comercialización y distribución de equipamiento médico.

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